DE LA
DECLARACIÓN DE FE:
A. En un solo Dios, eternamente subsistente en tres
personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Dt. 6.4; Mt 28.19; Mc 12.29).
B. En la inspiración verbal de la Santa Biblia, única
regla infalible de fe normativa para la vida y el carácter cristiano (2 Tm
3.14-17).
C. En la concepción virginal de Jesús, en su muerte
vicaria y expiatoria, en su resurrección corporal de entre os muertos y su
ascensión victoriosa a los cielos (Is. 7.14; Ro. 8.34 e At 1.9).
D. En la pecaminosidad del hombre que lo destituyó de la
gloria de Dios, y que solamente el arrepentimiento y la fe en la obra
expiatoria y redentora de Jesucristo puede restaurarlo el hombre a Dios (Ro.
3.23 e At 3.19).
E. En la necesidad absoluta del nuevo nacimiento por la
fe en Cristo y por el poder actuante del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios, para
hacer el hombre digno del Reino de los Cielos (Jo 3.3-8).
F. En el perdón de los pecados, en la salvación presente
y perfecta y en la eterna justificación del alma recibidos gratuitamente de
Dios por la fe en el sacrificio efectuado por Jesús Cristo en nuestro favor (At
10.43; Ro. 10.13; 3.24-26 e He. 7.25; 5.9).
G.
En el bautismo bíblico efectuado por el sumergir del
cuerpo entero, una sola vez, en aguas, en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, conforme determinó el Señor Jesucristo (Mt 28.19; Ro. 6.1-6,
Ecl 2.12).
H.
En la necesidad y en la posibilidad que tenemos de
vivir una vida santa mediante la obra expiatoria y redentora de Jesús en el
Calvario, a través del poder regenerador, inspirador y santificador del
Espíritu Santo, que nos capacita a vivir como fieles testigos del poder de
Cristo (He. 9.14 e 1 Pd 1.15).
I. En el bautismo bíblico en el Espíritu Santo que nos
es dado por Dios mediante la intercesión de Cristo, con la evidencia inicial de
hablar en otras lenguas, conforme a su voluntad (At 1.5; 2.4; 10.44-46;
19.1-7).
J. En la actualidad de los dones espirituales
distribuidos por el Espíritu Santo a la Iglesia para su edificación, conforme a su
soberana voluntad (1 Co 12.1-12).
K. En la Segunda Venida premilenial de Cristo, en dos
fases distintas: Primera - invisible al mundo, para arrebatar a su Iglesia fiel
de la tierra, antes de la
Gran Tribulación; Segunda - visible y corporal, con su
iglesia glorificada, para reinar sobre el mundo durante mil años (1 Ts 4.16.
17; 1 Co 15.51-54; Ap. 20.4; Zac. 14.5 e Jud. 14).
L.
Que todos los cristianos comparecerán ante el
Tribunal de Cristo, para recibir la recompensa de sus acciones en favor de la
causa de Cristo en la tierra (2Co 5.10).
M. En el
juicio venidero que recompensará a los fieles y condenará a los infieles (Ap.
20.11-15).
N. en la vida eterna de gozo y felicidad para los
fieles y de tristeza y tormento para los infieles (Mt 25.46).