Ya, desde
hace mucho tiempo, es algo común, en la iglesia latina, la danza como parte de
la liturgia del culto, y a casi todos les encanta. Sea ella una danza
mecanizada, ensayada, espontanea o espiritualizada, está presente en la mayoría
de las iglesias modernas y contextualizadas (casi todas). ¿Más que hay de mal? ¡María
danzó! ¡David danzó! ¡El Salmo 150 manda danzar!
Lo que casi
todos los “apologistas” de la danza dentro de la iglesia no pueden explicar es
el hecho de la danza no existir ni en la iglesia primitiva, ni en la patrística,
y mucho menos ningún registro bíblico fue dejado sobre la danza en las reuniones
de Cristo y sus tres años de ministerio. Por esa razón, quiero dejar algunos
importantes argumentos sobre la cuestión, e invitar el lector a enviar su opinión,
siendo ella edificante:
1.
La danza no
es un elemento del culto cristiano, estando ausente en los evangelios, en las
cartas paulinas y universales y en el único libro histórico del NT: Hechos. (Este
argumento bastaría para mantener alejada, la danza, de nuestros cultos, más…).
2.
La danza no está
presente en la liturgia del culto en el AT, y solamente hay dos referencias
importantes, en los casos que ya mencionamos antes (María y David), y en ambos
casos, la danza no ha sido llevada a cabo en un culto o durante una reunión
dentro del templo.
3.
Cuando María
danzó, no lo hizo en el Tabernáculo (pues ciertamente sería una profanación),
tampoco en un culto al Señor (Ex 15.20), más una manifestación espontánea y callejera.
Israel nunca más volvió a danzar colectivamente para agradecer a Dios.
4.
La Biblia menciona apenas una danza del rey
David, si fuera algo que se debiera hacerse siempre, entonces el primer errado
fue el propio siervo de Dios que no volvió a repetir el hecho. Eso significa
que no se creó un precedente en Israel. Además Mical quedó estéril por el celo,
conforme las palabras del mismo David (2 S 6.22) y no por contrariar el baile
de David, el cual lo hacía delante del Señor.
5.
Pablo dijo a
los corintios: “…aprendáis a no pensar más de lo que está escrito…” (1 Co.
4.6b). No estando en el NT para la iglesia del Señor, la danza es, sin lugar a
dudas, una práctica extra bíblica.
Siendo así
ningún estudioso serio y sincero de las escrituras puede decir con amplio respaldo
en la palabra que la danza debe ser permitida en el culto cristiano.
La danza en
el culto cristiano, es el resultado de una práctica mundanizada travestida de
santidad y adoración, cuando en la realidad, el verdadero adorador no adora en
la carne, más en Espíritu y en verdad (Jn 4.23).
La danza en
el culto cristiano es el cumplimiento más explícito de lo que dijo Pablo en 2
Ti 4.3 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos.”
El único “consuelo”
es saber que en la iglesia latina hay cosas peores dentro de ella: el desorden,
el divorcio liberalizado, el comercio de la fe, herejías destructoras y
doctrinas de demonios, todos, temas muy peores que la danza y que en otra
ocasión abordaremos.
Por ahora
queda el alerta a mis amados lectores sobre esta práctica tan común tan “riquita”
y “graciosa!” que está invadiendo la iglesia evangélica, y que indica, sobre
todo, que estamos en los últimos días.
Pastor Assuero Chagas do Nascimento
Misionero –
Teólogo – Psicólogo.
Eso es muy cierto lo principal y lo mas importante debe haber lo que nos nutre,lo que nos alimenta,nuestro maná(LA PALABRA DE DIOS) aunque con paliza y de Victoria pero es maravilloso.Amén
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