Con grande júbilo y alegría
se inauguró el trabajo del Señor en el departamento de Cajamarca, localidad de
Luichopucro. En el último 27 de junio, cinco almas se entregaron para Cristo y
fue profetizado que aquella será una grande obra. El culto, dirigido por el Misionero Emerson, encargado de aquella obra, se dio inicio a las cinco de la
tarde e solamente en la noche tuvo su final con una rica cena ofrecida por los
nuevos creyentes. El Perú ahora cuenta con dos familias misioneras enviadas por
la iglesia evangélica Asamblea de Dios de Abreu e Lima, Brasil. La obra está
creciendo para la gloria del Maestro y con esta ya son cinco congregaciones en
suelo peruano, siendo cuatro en la capital.
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