16.6.15

HAY QUE VIVIR EN SANTIDAD


La victoria de Israel sobre la ciudad de Jericó fue esplendorosa, la estrategia militar celestial condujo el pueblo de Moisés, bajo el liderazgo de Josué a un éxito rotundo.
Los muros cayeron, no hubo resistencia, nadie perdió la vida en el combate excepto todos los habitantes de Jericó menos la familia de la ramera llena de fe.
Y vale mencionar la osadía y gran hecho de fe de aquella que pudo saltar del submundo de la prostitución hacia la plataforma de pueblo de Dios, tipificando perfectamente la obra redentora de Cristo por cada uno de nosotros.
Después de aquella victoria milagrosa, la ciudad de Hai, era como dicen “pan comido”.

Quién era la ciudad de Hai?

Hai – Una ciudad pequeña, con pocos soldados, impactada con la abrumadora victoria de Israel sobre Jericó y más bien sorprendida por la derrota de los hebreos en la primera batalla.

Que provocó la derrota de Israel?

El Anatema, significa literalmente “maldición o maldito”.
El anatema fue parte del despojo de la gran ciudad de Jericó, de la cuál Acán sustrajo, un “…manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos…” Jos. 7.21a.
Dios había prometido el anatema:
“Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis” (Jos. 6.18).
El pecado condujo al pueblo a la derrota militar.
El Pecado condijo a la muerte de 36 soldados.

El pecado condujo a la desesperación.
El pecado estorbó los planes de Dios para su pueblo y retardó la marcha.

Hay por lo menos tres cosas que podemos comparar el anatema:

   1. Los deseos de la carne:
como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 P. 1.14-16).
2.   El Mundo:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Ro. 12.2).
3.   El diablo:
“ni deis lugar al diablo.” (Ef. 4.27).
DESTRUCCIÓN - “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Jn. 10.10).
MENTIRA“El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre dementira.” (Jn. 8.44b).


Lima, 16 de junio de 2015.

Misionero Assuero Chagas do Nascimento.




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